Warcraft: el éxito virtual a la pantalla grande
- Gregorio Catalan Berce (@GregoCatalan)
- 17 jul 2016
- 3 Min. de lectura
La adaptación del popular juego de Blizzard a la gran pantalla. El director Duncan Jones abre el camino de la distribuidora de videojuegos estadounidense en el cine.

Warcraft, adaptación de Hollywood del famoso juego World of Warcraft (WoW).
Las adaptaciones siempre son un dolor de cabeza, pero en el mundo gamer merecen un párrafo aparte. De las veces que se llevó un videojuego a la pantalla grande, pocas han estado a la altura y ya ni siquiera se pide fidelidad en la historia, sino un relato decente con efectos acordes a la tecnología del momento. En este sentido, Warcraft cumplió, más cerca de Silent Hill que de las olvidables películas de Mortal Kombat.
La historia es previa a los acontecimientos de Warcraft: Orcs & Humans, el primer videojuego. Comienza con la horda orca escapando de su planeta moribundo. Los guía el poderoso Gul’dan, que abre un portal a Azeroth -la tierra de humanos, enanos y elfos- con magia que obtiene a costa de la vida de prisioneros de guerra. La disputa será inevitable tras cruzar el portal y Durotan, un jefe orco, quiere salvar a su tribu de la magia oscura de Gul’dan y está dispuesto a aliarse con los habitantes de Azeroth para derrotarlo.
Sin embargo, para los fundamentalistas de la mitología que ofrece Blizzard desde 1994 –que es vasta y compleja- la adaptación deja mucho que desear. Se entiende que haya cambios para simplificar el relato o para ahorrar horas de metraje –la película dura dos horas- pero cualquiera podría, con razón, preguntarse ante ciertos agregados, ¿era necesario? ¿No aprendieron nada de la trilogía de El Hobbit sobre qué opinan los fans de inventar amoríos? Era completamente innecesario sacar de la galera un triángulo amoroso basado en apenas unas horas compartidas. Para más cliché, entre quienes primero eran enemigos. De la misma forma, ¿era necesario inventarle un hijo a uno de los protagonistas al estilo 300?
Al cúmulo de lo innecesario, se suma la forma de empatizar con los personajes. ¿De verdad tenemos que pensar que un orco de tres metros de alto y dos de ancho bromea con su esposa –de dimensiones no tan alejadas– sobre su “gordura” en el embarazo? Por otro lado, no quedaron fuera los predecibles chistes sexuales, aunque fueron mínimos. La frutilla la pone la forma de construir a los personajes. ¿Alguna forma más esperable que una charla donde desconocidos enfrascados involuntariamente en la misma aventura se cuentan sus penurias y después ya son todos amigos?
Lo llamativo es que gran parte de estos desaciertos solo se dan por momentos. Personajes como Durotan, por ejemplo, no recurren a una exposición tan abrumadora, sino que, por cómo actúa, se puede conocer su historia. De la misma forma, se puede empatizar con los personajes a través de sentimientos como el amor por los propios, el dolor de perder a un ser querido o el desasosiego de una traición. También, a través de valores como el honor, la amistad y la lealtad, tan típicos de obras medievales.
Otro punto a favor son los efectos especiales, que supieron capturar no sólo la vista sino el espíritu de la saga. Duncan Jones se embarcó en un proyecto ambicioso para ser su tercera película, pero supo resolverlo. Sí, con lo justo y necesario, pero pudo hacer un film al menos entretenido, tal vez más para ver en la televisión un fin de semana que con anteojos 3D en una sala de cine.
Los amantes de los videojuegos podrán encontrar a lo largo de la película pequeñas referencias que serán imperceptibles para quienes no hayan conocido ese universo. En conclusión: un fanático de la saga podrá disfrutar de los 123 minutos de metraje, pero sufrirá en el medio por tanto cliché evitable que no estaba en su historia y le quedará el gusto amargo del “pudo haber estado mejor”. ¿Alcanza todo esto para decir que Blizzard vendió su alma para recaudar más entradas? Que juzgue cada quien. Así y todo, Warcraft seguro se acomode en el podio de las mejores películas gamers… aunque ciertamente no tenga mucha competencia.
Warcraft, EE.UU., 2016. Dirección: Duncan Jones.
Guión: Duncan Jones, Chris Metzen, Charles Leavitt. Género: Biográfica, Acción. Reparto: Travis Fimmel, Paula Patton, Toby Kebbell, Ben Foster. Distribuidora: UIP. Duración: 123 min.
Calificación: Apta para mayores de 13 años.
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