Nuevas historias, un mismo estilo
- Camila Faija (@camilafaija)
- 10 jul 2016
- 4 Min. de lectura
Después de casi 20 años, la Nueva Comedia Americana mantiene su sello en la industria cinematográfica a pesar del cambio de panorama.

Virgen a los 40 (2005), primer largometraje del productor estadounidense Judd Apatow.
Hasta las mentes más brillantes fallan en el primer intento, antes de dar con el producto final que con suerte las inmortalizará y cambiará al mundo. Hace 17 años, la serie Jóvenes y Rebeldes (Freaks and Greeks), producida por Paul Feig y Judd Apatow -referentes de la comedia de las últimas décadas-, marcó el inicio de la Nueva Comedia Americana (NCA) a pesar de haber llegado su final antes de lo esperado. Ni las malas críticas ni la competencia de los tanques hollywoodenses impediría el avance de un movimiento que hoy ha conseguido imponerse en el mundo de la televisión y la industria cinematográfica.
Después de la Gran Depresión de 1929, Hollywood se caracterizó por tener un especial interés en las comedias livianas, conocidas también como “screwball comedies”, como Sucedió una Noche (It Happened One Night, 1934) y Al Servicio de las Damas (My Man Godfrey, 1936), un estilo que tenía como eje central la batalla de los sexos y los conflictos sentimentales, típico de los años 30 y 40. Así, logró convocar a directores emblemáticos de ese entonces como Frank Capra, Howard Hawks, Preston Sturges y Billy Wilder. Sin embargo, no sería por mucho tiempo, hasta que Hollywood se volviera más conservador y la comedia perdiera valor.
Solo John Landis, John Belushi, Sidney Pollack y Woody Allen sobrevivieron al declive del género cómico. A finales de los 80’, influenciada por el show televisivo Saturday Night Live, la nueva comedia empezaba a gestarse. Producciones como las de Tonto y Retonto (Dumb & Dumber, 1994) y Loco por Mary (There’s Something About Mary, 1998) significaron el resurgimiento de un humor en base a lo físico, como el de Los Tres Chiflados, ya para la época de los 90’. Pero fue el neoyorkino Judd Apatow, fundador de Apatow Productions, quien se encargó de entretener al público adulto, mientras el avance de los tanques de Hollywood capturaba la atención de los adolescentes.
Entre el 97’ y el 2004, estuvo exclusivamente dedicado a la televisión donde conocería a sus actores estrella para sus futuras producciones cinematográficas, tales como James Franco, Jason Segel y Seth Rogen. Además de producir, escribió para El Show de Ben Stiller (The Ben Stiller Show, 1992-1993), Un Loco a Domicilio (The Cable Guy, 1996), El Show de Larry Sanders (The Larry Sanders Show, 1993-1998) y el fallido Jóvenes y Rebeldes (1999-2000) junto con Paul Feig. “Si uno quiere decirle la verdad a la gente, mejor que lo haga en tono de comedia… de otro modo, te terminan crucificando”, solía decir Billy Wilder. Bajo esta misma idea, los capítulos finales de la serie producida con Feig llevaron al límite temas delicados como fue el caso del consumo de marihuana. A pesar de todo, hoy se encuentra disponible en la plataforma Netflix.
En el 2005, estrenó Virgen a los 40 (The 40-Year-Old Virgin), su primer trabajo integral también como director y se consagró uno de los más reconocidos productores de la NCA. Toda su labor televisiva se vio reflejada en esta película protagonizada por Steve Carrell, quien interpretaría la figura adolescente de "fenómeno" y "nerd" de un cuarentón que nunca logró entablar una relación seria con una mujer.
Con su primer largometraje, Apatow grabaría el sello que determinaría sus producciones futuras: los diálogos sarcásticos y filosóficos, golpes de efecto cómicos de dolor físico y groserías, referencias culturales y la amistad como una de las relaciones más fuertes que tiene el ser humano. Este nuevo género “apatow” buscaba la identificación y lograr un efecto espejo con el espectador.
Hasta hoy, Apatow sigue fiel a su estilo que le abrió incontables puertas dentro de la industria cinematográfica, proyectado en sus últimas creaciones como ¿Cómo Sobrevivir a Mi Ex?(Forgetting Sarah Marshall, 2008); Piña Express (Pineapple Express, 2008); la trilogía de ¿Qué Pasó Ayer? (The Hangover); Damas en Guerra (Bridesmaids, 2011) co-escrita con la estrella femenina de la comedia, Kirsten Wiig; Proyecto X (The X Proyect, 2012) y, después de mucho tiempo devuelta a la televisión, la serie Love estrenada este año en Netflix.
En la actualidad, la comedia, a pesar de haber evolucionado, conserva elementos de los diferentes estilos que tuvieron su auge en el siglo pasado como el slapstick de los 20’ con Chaplín y el screwball de los 30’ y 40’ con Clarke Gable. “La Nueva Comedia Americana se volvió muy falocéntrica, está centrada en personajes masculinos porque se desarrolla lo que se conoce como ‘bromance”, asegura el crítico de cine Diego Brodersen, con respecto al eje central que presenta la comedia del siglo XXI. Para su suerte, Paul Feig, director de Damas en Guerra, es uno de los impulsores de la figura de la mujer como protagónica y que este año también estrenará la remake de Cazafantasmas (Ghostbusters), en su versión femenina.
Es un hecho que el género ha tenido sus altos y bajos dentro de la industria cinematográfica, así como también que, a pesar de que está en un constante proceso de transformación, aún se puede identificar algo de Chaplín en Jim Carrey y Steve Carrell o algo de Marilyn Monroe en Leslie Mann. ¿Quién sabe? Tal vez el próximo paso implique la llegada de una capocómica como protagonista. “La comedia se seguirá reinventando, siempre teniendo como base lo que ya está hecho”, remata Brodersen. Mientras tanto, la típica comedia romántica de Woody Allen y la satírica de Judd Apatow estarán como anfitrionas constantes en las salas de cine.
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