De un lado y del otro
- Candela Solano (@ccandelasolano)
- 8 jul 2016
- 3 Min. de lectura
David Serrano y Manuel González Gil se unieron para producir, junto a Javier Faroni, una exitosa comedia que contagia buenas críticas.

[if gte vml 1]><v:shapetype id="_x0000_t75" coordsize="21600,21600" o:spt="75" o:preferrelative="t" path="m@4@5l@4@11@9@11@9@5xe" filled="f" stroked="f"> <v:stroke joinstyle="miter"></v:stroke> <v:formulas> <v:f eqn="if lineDrawn pixelLineWidth 0"></v:f> <v:f eqn="sum @0 1 0"></v:f> <v:f eqn="sum 0 0 @1"></v:f> <v:f eqn="prod @2 1 2"></v:f> <v:f eqn="prod @3 21600 pixelWidth"></v:f> <v:f eqn="prod @3 21600 pixelHeight"></v:f> <v:f eqn="sum @0 0 1"></v:f> <v:f eqn="prod @6 1 2"></v:f> <v:f eqn="prod @7 21600 pixelWidth"></v:f> <v:f eqn="sum @8 21600 0"></v:f> <v:f eqn="prod @7 21600 pixelHeight"></v:f> <v:f eqn="sum @10 21600 0"></v:f> </v:formulas> <v:path o:extrusionok="f" gradientshapeok="t" o:connecttype="rect"></v:path> <o:lock v:ext="edit" aspectratio="t"></o:lock> </v:shapetype><v:shape id="image01.jpg" o:spid="_x0000_s1026" type="#_x0000_t75" style='position:absolute;margin-left:248.55pt;margin-top:13.55pt;width:225pt; height:225pt;z-index:1;visibility:visible;mso-wrap-style:square; mso-wrap-distance-left:9pt;mso-wrap-distance-top:0;mso-wrap-distance-right:9pt; mso-wrap-distance-bottom:0;mso-position-horizontal:absolute; mso-position-horizontal-relative:margin;mso-position-vertical:absolute; mso-position-vertical-relative:text' o:allowincell="f"> <v:imagedata src="file:///C:\Users\Franco\AppData\Local\Temp\msohtmlclip1\01\clip_image001.jpg" o:title=""></v:imagedata> <w:wrap type="square" anchorx="margin"></w:wrap> </v:shape><![endif][if !vml][endif]Una de las comedias del año es sin dudas El Otro Lado de la Cama, dirigida por Manuel González Gil y escrita por el español David Serrano. Por primera vez en el país, la obra se estrenó el 7 de enero en el Teatro Apolo.
Nicolás Vázquez, Gimena Accardi, Benjamín Rojas y Sofía Pachano dejan todo en el escenario para que el público estalle de risa y no deje de recomendar el trabajo. También participan Sofía González Gil y Francisco Ruiz Barlett, quienes completan el elenco. No es un esfuerzo ingrato el de los protagonistas en el escenario, sino un momento de disfrute y alegría, que no escapa a la vista de los espectadores.
Bajo el ala del reconocido productor y empresario, Javier Faroni, los personajes realizan una comedia musical que logra captar con mucha facilidad la atención del público de principio a fin. Dos parejas encarnadas por Vázquez y Accardi por un lado y Rojas y Pachano por el otro, se ven involucradas en una gran crisis amorosa, y amistosa, de la que además participan y suman aún más conflictos otros personajes. Con el sexo como factor fundamental de la trama -que justifica la mayoría de 13 años de edad de los espectadores-, las mentiras y los engaños no tardan en llegar. Con mucho humor, los protagonistas deberán buscar la manera de atravesar la situación, o no.
Martín Bianchedi es el encargado de una de las principales atracciones de la obra: la coordinación musical. Fragmentos de canciones clásicas del rock nacional de los años 80’ y 90’ son el hilo conductor del gran lío de camas escrito por Serrano.
Si bien se trata de una innovación en el teatro argentino de este estilo, no lo es en el mundo. En España, la obra, que se realiza con canciones de rock hispano, lleva más de diez años en cartel y más de dos millones de espectadores. En otros lugares donde también fue representada, se le agregaron condimentos cinematográficos y batió récords de concurrencia a nivel mundial.
A pesar de que la cartelera teatral porteña abunda, no son muchas las opciones para reír y llorar al mismo tiempo. Llorar de risa, claro. El director Manuel González Gil logró combinar conflicto con humor en una comedia para todos aquellos espectadores que buscan pasar un buen rato.
Las repercusiones son notorias mediante la difusión en las redes sociales y las recomendaciones de quienes se sientan 120 minutos a reír sin parar. Aunque los actores estén de un lado y el público del otro, la conexión y buena energía se hace sentir. Aún con el telón cerrado, los aplausos no dejan de sonar.
Comments